Cada conductor de UAZ tiene una historia, y la mayoría comienzan con un ruido extraño, una bocanada de humo o un charco misterioso bajo la furgoneta. Pero eso es parte del encanto. Un UAZ no es frágil; solo le gusta la atención. Si tienes un Bukhanka, Hunter o 469, estos cinco problemas casi seguro te encontrarán en algún momento. Por suerte, son fáciles de arreglar, si sabes pensar como un mecánico ruso.

1. La Pérdida Repentina de Potencia

Estás recorriendo el bosque, el motor empieza a toser y de repente vas arrastrándote. Clásico. Nueve de cada diez veces, es la entrega de combustible. Mangueras viejas del carburador, un filtro obstruido o un poco de agua en el tanque. Abre la línea de combustible en la bomba: si no hay presión, reemplaza el filtro y sopla la línea. En el campo, los rusos usan una bomba de bicicleta para despejar obstrucciones. Tosco, pero efectivo.

Propietarios modernos: cambien a mangueras resistentes al etanol y mantengan un pequeño filtro en línea antes del carburador. Les ahorrará innumerables dolores de cabeza.

2. El Motor de Arranque que No Hace Nada

Gira la llave, escuchas un clic, luego silencio. No te asustes. Revisa los terminales de la batería — la oxidación es un hobby nacional en el cableado del UAZ. Limpia las abrazaderas, apriétalas de nuevo y golpea suavemente el motor de arranque con una llave inglesa. A menudo vuelve a la vida. Muchos conductores de UAZ guardan un pequeño martillo bajo el asiento solo para esto — lo llaman el “reinicio ruso.”

“Si no arranca, dale un golpe. Si aún no arranca, dale un golpe más fuerte.”

¿Solución a largo plazo? Instala una correa de tierra dedicada desde el motor de arranque al chasis. Es la mejora más sencilla que puedes hacer para arranques fiables en cualquier clima.

3. Sobrecalentamiento en Subidas Largas

Los radiadores viejos se obstruyen fácilmente, especialmente si el anticongelante no se ha cambiado en años. Cuando la aguja de temperatura comienza a subir, detente, deja que el ventilador funcione y revisa si hay burbujas en el refrigerante. Si está hirviendo, tu tapa podría estar débil o el termostato atascado. La mayoría de los conductores en Rusia llevan un termostato de repuesto — un seguro barato en carreteras remotas. Y si todo falla, quita el capó para que entre aire y sigue conduciendo despacio. Parece ridículo, pero funciona.

4. Frenos que se Desvanecen (o Tironean Hacia un Lado)

Los frenos de tambor en los modelos antiguos de UAZ son potentes pero sensibles a la suciedad y al calor. Si el pedal se siente blando, bombea una vez — si se endurece, tienes aire o sellos con fugas. Lleva una pequeña botella de líquido de frenos en cada viaje; la usarás tarde o temprano. Si la furgoneta se desvía hacia un lado, ajusta o limpia el tambor opuesto. Los rusos a menudo vierten un poco de vodka sobre las zapatas para eliminar la grasa — no recomendado, pero indudablemente creativo.

5. El Legendario Traqueteo del UAZ

Incluso un UAZ Nuevo suena como un cubo de tornillos. Pero cuando un traqueteo se convierte en un golpe metálico, es hora de meterse debajo. Los soportes del escape, los pernos del travesaño y los colgadores de muelles son los sospechosos habituales. Aprieta todo después de cada carrera seria fuera de carretera — se llama “el segundo apriete.” Lleva una llave inglesa y nunca necesitarás remolque.

Si escuchas un golpeteo profundo en el motor, primero revisa el nivel de aceite. Un UAZ no se queja — simplemente sigue funcionando hasta quedarse seco. Rellénalo, y la próxima vez, escucha con más atención. Estas furgonetas son honestas: te dicen cuándo necesitan ayuda. Solo tienes que aprender su lenguaje.

Consejo Final

Cada avería es una lección. Cuanto más tiempo pases reparando tu UAZ, más lo entiendes — y menos te falla. Lleva herramientas, mantén la calma y recuerda: la diferencia entre un problema y una aventura es la actitud. En el campo, una buena reparación no siempre es bonita, pero te mantiene en movimiento. Y para eso fue construido el UAZ — para moverse, sin importar qué.

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